Tras descubrir el rostro de su verdadero enemigo -alguien relacionado con Akito y responsable del Geass que se le ha impuesto-, W-0 intenta regresar a su base en el castillo Weisswolf. Sin embargo, varados en Varsovia debido a una complicación relacionada con su identificación militar, se ven obligados a aceptar la ayuda de unos gitanos locales, lo que permite al escuadrón tomarse un tiempo para estrechar sus lazos.
Mientras tanto, el consejero británico Julius Kingsley y su guardia Suzaku Kururugi comienzan a colaborar con los Caballeros de San Miguel para aplastar de una vez por todas a la resistencia europea, armados con el poder destructivo de un arma gigante conocida como la Flota del Arca.